The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Transformar vidas con acceso a agua limpia

El acceso al agua potable salubre beneficia a comunidades indígenas de Paraguay.

64%
de la población de Paraguay utiliza un servicio de agua potable gestionado de forma segura**.

Paraguay es un país sin litoral, situado en el corazón de América del Sur, que comparte fronteras con Argentina, Bolivia y Brasil, y en el que viven aproximadamente 6,8 millones de personas. 

Entre su población, más de 122.000 personas se identifican como pertenecientes a pueblos indígenas, que forman 19 grupos y cinco familias lingüísticas*.

Las comunidades indígenas de Paraguay son algunas de las más vulnerables y marginalizadas del mundo. Muchas de estas comunidades luchan por acceder a servicios básicos como la atención de la salud, la educación y el agua limpia. 

Para las comunidades indígenas de Jasukavenda y Piraymi, que viven en el departamento de Amambay, en la región oriental de Paraguay, la falta de acceso al agua potable salubre es un desafío diario.

Ya tengo 36 años, y desde chica, lo primero que aprendí fue a acarrear agua a mis espaldas. Ese trabajo es tan pesado, sacrificado».

Zoraida Gómez - miembro de la comunidad de Piraymi

Ir a buscar agua requiere caminar largas distancias, y el agua que se recoge en baldes no es suficiente para garantizar una higiene básica y mantener los cultivos. Cuando se agota el agua en las escuelas, las aulas se ven obligadas a cerrar, lo que interrumpe la educación de los niños y niñas.

Sufrimos mucho por no contar con agua porque el arroyo está muy lejos de la escuela [...]. Perdíamos mucho tiempo de vuelta para dar las clases».

Ever González - Director de una escuela de la comunidad de Jasukavenda

Las mujeres [...] sufríamos mucho por tener que acarrear el agua, porque es muy grande la distancia al arroyo, más de 3.000 metros, y hay que cargar [los baldes] a la espalda».

Marina Recalde - Tesorera de la comisión de agua de Jasukavenda

Además de afectar al bienestar de la población de estas comunidades, el agua del arroyo no es apta para el consumo humano, lo que expone a cientos de personas al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua.

Con el fin de ayudar a abordar estos desafíos, UNOPS trabaja con ITAIPU Binacional para instalar sistemas de agua en 12 lugares de todo el país, lo que permitirá que más de 3.400 personas, incluidas 161 familias indígenas, tengan acceso a agua limpia.


Suministro de agua limpia a los hogares

Se realizaron estudios hidrogeológicos para cartografiar los recursos hídricos subterráneos y determinar la mejor ubicación para perforar un pozo en cada comunidad. Posteriormente se instaló un depósito de agua elevado con una capacidad de hasta 50.000 litros, suficiente para cubrir las necesidades básicas de la población. Las instalaciones han infundido la esperanza de gozar de nuevas oportunidades.

Siempre soñé y quise tener una huerta, pero nunca pude porque el agua está muy lejos. Este año ya voy a poder preparar la huerta porque el agua va a estar cerca».

Mónica Torales - miembro de la comunidad de Piraymi

Las obras también incluyeron la instalación de sistemas de distribución de agua y la ampliación de la red eléctrica existente para proporcionar energía a las bombas de agua y a la cabina de operaciones. En conjunto, la infraestructura suministra agua potable directamente a los hogares, así como a dos escuelas de las comunidades.

Cuando las maquinarias llegaron para trabajar [en los sistemas de agua] nuestros corazones [...] se emocionaron porque tanto sufrimiento ya pasamos por años, porque el agua estaba muy lejos. Ya casi no teníamos esa esperanza de que el agua llegue de verdad hasta nosotros».

Martina Escobar - miembro de la comunidad de Jasukavenda

150
Un tanque de agua puede abastecer a 150 hogares

Empoderar a las comunidades vulnerables

El proyecto se centra en las personas.

En ambas comunidades se creó una comisión de agua, y sus miembros recibieron capacitación para llevar a cabo tareas administrativas, así como para supervisar y gestionar la calidad del agua, con lo que se reforzó la capacidad local y se garantizó que los sistemas de agua pudieran mantenerse de forma sostenible en las comunidades una vez finalizado el proyecto. 

Estas iniciativas dirigidas por las comunidades son fundamentales para apoyar el desarrollo sostenible a largo plazo.  

«Sí participamos [de las capacitaciones]. Es más, siempre que venían los que hacen la capacitación ya nos juntábamos entre todos porque nos interesaba demasiado todo sobre el tema [de los sistemas de agua]», relata Mónica Torales, miembro de la comunidad de Piraymi.

«El acceso a agua potable a través de un sistema gestionado por la comunidad no solo beneficia a la salud, también es un punto de partida para el empoderamiento comunitario que los va ayudar a resolver otras carencias».

Claudia Mongelós - Asociada de Ingeniería en UNOPS Paraguay
¿Sabías que...?

La inversión pública en infraestructura y el empoderamiento de las comunidades para la gestión y el mantenimiento de los sistemas de agua es un componente esencial de los esfuerzos del Gobierno de Paraguay para cerrar la brecha en la cobertura de agua limpia en las zonas rurales y promover el desarrollo sostenible en todo el país.

Para Florencia Romero, de 84 años, no hay duda de que participar en la comisión de agua cambió su vida para mejor. Su casa, situada fuera de la aldea, estaba demasiado lejos para beneficiarse del proyecto inicial y tuvo que seguir pagando para que alguien le trajera agua. A fin de ampliar el alcance del sistema de distribución, la comisión de agua solicitó equipo adicional. Gracias a las competencias y los conocimientos adquiridos durante su capacitación, conectaron la vivienda de Florencia a la red de distribución de agua. Ahora Florencia dispone de agua limpia en su hogar y puede ahorrar su pensión para otros fines. 

«Como comisión ahora vamos a hablar con la comunidad para definir cómo vamos a hacer cuando esto quede en nuestras manos, la forma de juntar los fondos en caso de que se descompongan los caños y otras cosas, para poder comprar nosotros mismos», señala Marina Recalde, tesorera de la comisión de agua de Jasukavenda.

Un cambio positivo

Un total de 161 familias de las comunidades indígenas de Jasukavenda y Piraymi han experimentado mejoras en su bienestar, su salud y sus medios de subsistencia gracias a la instalación de los dos sistemas de agua potable. Incluso hay residentes que se atreven a soñar un poco, conscientes de los diversos beneficios para la salud y la sociedad que puede suponer el acceso al agua limpia.

«Yo creo que la vamos a usar en huertas, en la cocina, para lavar, hacer una pileta con peces [...]. Se debe usar en la medida correcta, y también de la manera correcta».

Jorge Salinas - líder de la comunidad de Piraymi

Información sobre el proyecto

El Proyecto para la Mejora de la Calidad de Vida de Poblaciones Rurales a través de Infraestructura Vial y la Instalación de Sistemas de Agua Potable está financiado por ITAIPU Binacional e implementado por UNOPS. El proyecto incluyó:
  • La rehabilitación de 7 kilómetros de carreteras para facilitar el transporte seguro de mercancías y personas con cualquier tipo de condiciones meteorológicas.
  • La construcción de sistemas de suministro de agua en 12 lugares para proporcionar acceso a agua potable salubre a más de 3.400 personas, entre ellas 161 familias de las comunidades indígenas de Jasukavenda y Piraymi.

Fuentes

  • * https://paraguay.un.org/es/225709-desarrollo-de-los-pueblos-ind%C3%ADgenas-del-paraguay
  • ** https://sdg6data.org/en/country-or-area/Paraguay

Mediante esta iniciativa se respaldan los siguientes Objetivos Mundiales:


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