The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Historia de una escuela: Reconstruir para el futuro

El patio de recreo de una escuela de Kharkiv, antaño un animado centro de actividad, permanece ahora silencioso, como un triste símbolo del impacto de la guerra. Gracias al apoyo de UNOPS y de la Unión Europea, la escuela está siendo rehabilitada, lo cual brinda esperanza en medio de los desafíos actuales.

En el corazón de Kharkiv, una escuela que tiempo atrás rebosaba vida y energía se ha convertido en un silencioso monumento a los desafíos afrontados durante la guerra. El patio, por el que niños y niñas solían pasear alegremente en bicicleta, permanece ahora en silencio. Antes, el patio de recreo era un núcleo de actividad en el que se desarrollaba un singular programa de ciclismo en el que participaba el alumnado, el profesorado e incluso la Directora, Alla Zub. Había estudiantes que se convertían en campeones y campeonas locales, y sus victorias eran celebradas por toda la comunidad escolar.

Sin embargo, ahora, dos años y medio después de la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania, el panorama ha cambiado drásticamente. El patio de recreo se encuentra prácticamente vacío, y solo lo visitan de vez en cuando un grupo reducido de niños y niñas de la zona que aún viven cerca. Es un testimonio silencioso del devastador impacto que la guerra ha tenido en esta escuela y en las comunidades de su entorno.

El patio de recreo cerca de la escuela que solía estar lleno de niños y niñas.
La Directora del centro, Alla Zub, muestra a una miembro del personal de UNOPS escenas de la vida en la escuela antes de la guerra.
La fachada de la escuela resultó dañada por una serie de explosiones. Solo el aparcamiento de bicicletas   recién instalado permite recordar la vida anterior a la guerra.

En total, la escuela ha sufrido tres ataques. El más devastador tuvo lugar en agosto de 2022. Los misiles alcanzaron el edificio y destrozaron las ventanas, dañaron las paredes y destruyeron el techo. Afortunadamente, el edificio se encontraba vacío, con lo que se evitaron víctimas mortales, pero el ataque dejó tras de sí una gran destrucción y una profunda sensación de incertidumbre. 

«El primer ataque resultó aterrador. Sentimos miedo y confusión», recuerda Alla Zub, la Directora de la escuela.

Muchas ventanas se rompieron por los fragmentos de proyectiles que cayeron cerca de la escuela.

Esta escuela llegó a impartir clases a más de 770 estudiantes, entre quienes se incluían escolares con discapacidades. Las instalaciones estaban equipadas para garantizar un entorno de aprendizaje cómodo para todo el alumnado, lo que incluía un ascensor accesible. Ahora, un gran número de estudiantes se encuentran en diferentes partes del mundo, mientras que hay quienes asisten a clases improvisadas en el metro de Kharkiv. Tanto el alumnado como el personal, incluida Alla, sueñan con el día en que puedan volver a su querida escuela.

Sigo en contacto con muchas de las familias, y me doy cuenta de lo mucho que desean volver a la normalidad. Ir a la escuela y socializar con tus compañeros y compañeras es una experiencia esencial durante la infancia. Me duele ver cómo se priva a niños y niñas de ella. Desde la pandemia de COVID-19 hace cuatro años, hemos tenido que lidiar con constantes perturbaciones, y eso pasa factura a todas las partes implicadas: alumnado, familias y profesorado».

Alla Zub - Directora de la escuela

A pesar de la destrucción y los trastornos en la vida de tantas personas, no se ha perdido la esperanza. Gracias al Proyecto de Rehabilitación de Escuelas en Ucrania, financiado por la Unión Europea e implementado por UNOPS, la escuela ha sido rehabilitada. Se han reemplazado las ventanas y puertas dañadas, se han renovado las aulas y se ha instalado nuevo mobiliario moderno. El edificio, ahora renovado, está listo para acoger de nuevo a estudiantes, aunque la fecha de su regreso sigue siendo incierta.

La rehabilitación de esta escuela forma parte de una iniciativa más amplia para reparar instalaciones educativas en todo el país. En el marco del proyecto ya se han terminado las obras en 34 escuelas de 4 regiones, y se prevé rehabilitar más de 75 centros en total.

«La educación es la base del desarrollo y la prosperidad, por eso la Unión Europea se ha comprometido a garantizar que los niños y niñas de Ucrania tengan acceso a una enseñanza de calidad, a pesar de todos los desafíos que impone la invasión de Rusia», afirma Marianna Franco, Jefa de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea en Ucrania.

«Creemos que hay que rehabilitar las escuelas lo antes posible. También apoyamos la creación de refugios adecuados para que los entornos de aprendizaje sean lo más seguros posible y los niños y niñas de Ucrania puedan perseguir sus sueños y ambiciones».

Alla Zub muestra cómo se ha renovado la fachada de la escuela en el lado que sufrió más daños.
Un aula rehabilitada en la que se llevaron a cabo obras de renovación en el marco del proyecto.

Por ahora, la escuela permanece vacía, a cargo de un equipo reducido de personal. El alumnado de más edad continúa con sus estudios en línea, lo que resulta difícil debido a la escasa solidez tecnológica y a los frecuentes cortes de electricidad provocados por los continuos ataques a la infraestructura energética de Ucrania. 

El alumnado más joven se enfrenta a la elección entre el aprendizaje en línea o la asistencia a clases en las estaciones de metro de la ciudad, una solución que exige a las familias afrontar obstáculos logísticos y la ansiedad provocada por tener que recorrer mayores distancias en una zona en guerra.

Aun así, en el silencio, todavía hay esperanza. 

«Las reparaciones me devuelven la esperanza en el futuro, y espero que a otras personas también. Estamos un paso más cerca de la normalidad, más cerca de cómo eran las cosas antes», reflexiona Alla. 

Alla y otro miembro del personal muestran los resultados de las reparaciones.
Alla muestra los resultados de las reparaciones al personal de UNOPS.
La escuela recibió una placa conmemorativa que se colocará  en la fachada para señalar la finalización de las obras de reparación.
La entrada principal de la escuela, con una marquesina con un cartel de bienvenida, está gravemente dañada por la metralla.

Esta iniciativa, que representa una importante inversión en el futuro de Ucrania, tiene como objetivo crear entornos seguros y acogedores donde niños y niñas puedan continuar su educación sin interrupciones.

«A menudo, las escuelas constituyen el núcleo de sus comunidades locales, por lo que ayudar a repararlas supone un gran privilegio. Este proyecto aún tiene mucho trabajo por hacer, pero el equipo mantiene su compromiso de prestar apoyo a todas las escuelas beneficiarias con el máximo nivel de calidad y lo antes posible», explica Paul Cruickshank, Gerente Sénior de Proyectos. 

«En todo momento, seguimos siendo muy conscientes de que los lugares en los que trabajamos forman parte de un tejido social esencial», añade.

Mientras la escuela espera con ilusión el regreso de sus estudiantes, la comunidad mantiene la esperanza de que algún día las risas y la energía de niños y niñas vuelvan a llenar el patio de recreo. Hasta entonces, el edificio seguirá siendo un ejemplo de la resiliencia de una comunidad que se niega a dejar que la guerra destruya su espíritu.

Información sobre el proyecto

El Proyecto de Rehabilitación de Escuelas en Ucrania, financiado por la Unión Europea e implementado por UNOPS, tiene como objetivo reparar las instalaciones educativas que han resultado dañadas durante el actual conflicto en Ucrania. Esta iniciativa, de un valor de 30 millones USD, se implementa en las regiones de Chernihiv, Kyiv, Sumy y Kharkiv, y se centra en escuelas que necesitan obras de rehabilitación leves o medias.

El objetivo principal del proyecto es facilitar el acceso a instalaciones escolares rehabilitadas, lo que aumentará la proporción de estudiantes que reciben educación presencial. Mediante la rehabilitación de más de 75 escuelas, el proyecto contribuirá a restaurar las instalaciones hasta convertirlas en un entorno seguro y acogedor en el que los niños y las niñas puedan proseguir su educación sin interrupciones.

Objetivo Mundial respaldado a través de esta iniciativa:


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