The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Historias de resiliencia: tres vidas, un proyecto

En Afganistán, un proyecto liderado por la comunidad afecta a millones de vidas.

Afganistán es uno de los diez países que sufren más fenómenos meteorológicos extremos. Esta situación, en un contexto de décadas de guerra y numerosas perturbaciones sociales y económicas, ha dejado a más de 23 millones de personas en necesidad de asistencia.

Descargo de responsabilidad


Tres vidas

Mumtaz, Kabul

«Solía ser profesora, al igual que tres de mis hijas. Pero debido a las restricciones, ya no podemos dar clase».

Durante décadas, los ingresos de Mumtaz como profesora de matemáticas y ciencias le permitieron mantener a su familia de cinco miembros, tras una enfermedad que impidió a su marido trabajar. Las tres hijas de Mumtaz siguieron los pasos de su madre, lo que les permitió seguir apoyando a su familia cada vez más numerosa.

Las recientes restricciones de oportunidades de educación y empleo para mujeres y niñas han hecho retroceder dos décadas de avances en los derechos de género. A partir del sexto curso, las niñas no pueden continuar con su educación, y a las mujeres se les niega la posibilidad de trabajar en organizaciones no gubernamentales y se las excluye totalmente de los cargos públicos.

De la noche a la mañana, Mumtaz y sus hijas perdieron su fuente de ingresos y se unieron al 94% de las mujeres del país que están fuera del mercado laboral.

Ahmad, provincia de Baghlan

«Las inundaciones destruyeron el canal que utilizo para regar mis tierras, así que no pude cultivar nada y esto puso a mi familia en una situación económica muy difícil».

Aproximadamente el 85% de la población del país depende de la agricultura de secano para su subsistencia. Sin embargo, en este país sin litoral, con temperaturas que oscilan entre los -20°C y los 45°C, las heladas tempranas y los impredecibles patrones de precipitaciones pueden afectar enormemente a la producción, alterando las tierras de las que tantas personas dependen para el pastoreo del ganado y los cultivos. 

Antes de las inundaciones de 2023, Ahmad cultivaba lo suficiente para alimentar a su familia todos los días y vender algunos productos para obtener ingresos adicionales.

De un día para otro, la familia de Ahmad se unió a los 15 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria en todo el país.

Zeyba, provincia de Khost

«En nuestra familia somos siete. Hace tres meses que nos trasladamos de Pakistán a Afganistán después de 40 años. De hecho, yo nací en Pakistán. Llevamos tres meses trabajando muy duro por la supervivencia de nuestra familia».

En octubre de 2023 comenzó la repatriación forzosa de personas de nacionalidad afgana residentes en Pakistán. Las mujeres, los niños y las niñas ―grupos extremadamente vulnerables en Afganistán― constituyen la mayoría de la población afgana que regresa. Muchas de las personas que regresan nunca han vivido en Afganistán, lo que complica aún más su adaptación y su capacidad para integrarse en uno de los países menos desarrollados del mundo, en medio de una grave crisis humanitaria.

De forma repentina, la familia de Zeyba se unió a los más de seis millones de personas desplazadas internas que ya hay en Afganistán.


Un proyecto

Ante el aumento de las necesidades, el Banco Mundial y el Fondo Fiduciario para la Resiliencia de Afganistán pusieron en marcha el Proyecto de Resiliencia y Medios de Vida para las Comunidades de Afganistán, gestionado por UNOPS.

Esta iniciativa proporciona empleo a corto plazo, ofreciendo un salvavidas a los hogares vulnerables, y los beneficios de las actividades laborales se extienden a comunidades enteras. También se conceden subsidios sociales a hogares especialmente vulnerables que no pueden participar en el mundo laboral, dando prioridad a los hogares encabezados por mujeres, las personas con discapacidad y las personas que padecen adicción a las drogas.

La participación de la comunidad es una parte fundamental del proyecto, y desde hace tiempo es un poderoso medio para las intervenciones de desarrollo en Afganistán. La iniciativa invita a la población del país, a través de representantes de la comunidad, a seleccionar las actividades laborales, gestionar al personal y facilitar la presentación de quejas.

Asimismo, desde una perspectiva climática, el proyecto evalúa las actividades potenciales en función de consideraciones medioambientales y sociales clave antes de hacer una selección final.


Una experiencia compartida

Mumtaz, Ahmad y Zeyba, que viven en tres provincias distintas, encontraron oportunidades gracias al proyecto.

Mumtaz

«Fue una buena oportunidad de encontrar trabajo en tiempos muy difíciles para las mujeres. Al menos ahora tenemos un poco de tiempo para ver qué más podemos encontrar. No es una solución permanente y no resolverá todos nuestros problemas, pero estamos contentas como mujeres de poder poner comida en la mesa».

Mumtaz trabajó como jornalera a corto plazo en la construcción de un parque en Kabul. Trabajó en la obra ayudando a mezclar el cemento y limpiando después de la construcción para ganar alrededor de 6,30 USD al día durante un mes.

A principios de junio de 2024, los subproyectos han contado con la participación de casi 60.000 trabajadoras. Aunque se trata de una cifra elevada, sigue representando menos del 12% del total del personal de construcción en zonas urbanas y cerca del 7% del personal de construcción en zonas rurales. De cara al futuro, el objetivo del proyecto es llegar a más mujeres.

Ahmad

«Ahora que el canal está arreglado, el año que viene podré volver a cultivar en mis tierras. Incluso ayudé a reparar el canal, lo que me alegró hacer por mi pueblo».

En su aldea de la provincia de Baghlan, Ahmad trabajó en un proyecto que el consejo de la comunidad local consideró importante para la vida de sus habitantes.

Desde el inicio del proyecto, más de 7.500 actividades en zonas urbanas y rurales de todo el país han contribuido a poner en marcha infraestructura que permite a las comunidades locales adaptarse mejor a un clima cambiante. Las obras van desde la construcción de muros de protección hasta la construcción y rehabilitación de redes de canales.

Zeyba

«Había un subproyecto del Proyecto de Resiliencia y Medios de Vida para las Comunidades de Afganistán cerca de mi casa. Envié a mi hijo a hablar con el personal de ingeniería del proyecto para contar nuestra historia. Entonces le dieron la bienvenida y consiguieron que se incorporara a las obras. Al menos es un comienzo para establecerse de nuevo en Afganistán».

Disclaimer

descargo de responsabilidad

Todas las imágenes que aparecen en este artículo se han generado con ayuda de herramientas de inteligencia artificial. Los personajes representados en estas imágenes son ficticios y se utilizan únicamente con fines ilustrativos. Cualquier parecido entre estos personajes y personas reales, vivas o fallecidas, es pura coincidencia. Los nombres de las personas entrevistadas se han cambiado para proteger su identidad.

Con el inesperado regreso de millones de personas de nacionalidad afgana desde Pakistán ―muchas vulnerables y necesitadas― se puso a prueba la resiliencia de las comunidades y su capacidad para apoyar a las personas desfavorecidas. En el marco del Proyecto de Resiliencia y Medios de Vida para las Comunidades de Afganistán, estuvieron a la altura del desafío. Trabajando según lo previsto, las personas representantes de la comunidad reconocieron la vulnerabilidad de este grupo recién llegado durante su mapeo de necesidades. La población afgana retornada pudo conectar con su nueva comunidad e inscribirse en el proyecto.


Más información sobre el proyecto

El Proyecto de Resiliencia y Medios de Vida para las Comunidades de Afganistán es una iniciativa de 419 millones USD financiada por el Banco Mundial y el Fondo Fiduciario para la Resiliencia de Afganistán, y gestionada por UNOPS. El proyecto, que colabora directamente con más de 9.000 comunidades, beneficiará a más de 14 millones de personas de Afganistán en 10 ciudades, 29 provincias y 98 distritos rurales. Su objetivo es crear unos 42 millones de días de trabajo y ayudar a más de 1,3 millones de hogares. Más información sobre el proyecto en la página del Banco Mundial.


Mediante esta iniciativa se respaldan los siguientes Objetivos Mundiales:


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