Contexto

Durante los últimos 30 años, las zonas del norte y este de Sri Lanka han sufrido altercados y revueltas de gran magnitud debido al conflicto entre el Gobierno de Sri Lanka y los Tigres de Liberación del Eelam Tamil. La vida diaria de muchas comunidades en estas regiones se ha visto gravemente afectada, pues se han destruido o dañado muchas instalaciones importantes y hay un gran número de personas desplazadas.

Desde que en 2009 cesó la violencia, la ayuda destinada a la región se ha centrado en gran medida en tratar con las personas desplazadas que carecen de vivienda, alimentos y agua. Sin embargo, debido al retorno de miles de niños a sus comunidades, se identificó la necesidad urgente de rehabilitar las instalaciones educativas básicas. Algunas de las escuelas que necesitaban una renovación eran peligrosamente inestables y las clases tenían lugar en aulas marcadas para su demolición.

Mejora del acceso a la educación

Entre 2011 y 2012, UNOPS renovó once escuelas de educación primaria y secundaria en los distritos de Ampara y Batticaloa de Sri Lanka, lo que incluyó la construcción de edificios nuevos, aulas adicionales y aseos. El Organismo de Cooperación Internacional de Corea (KOICA) financió el proyecto a petición del Ministerio de Educación de Sri Lanka. 

En un primer momento, el proyecto tenía como objetivo renovar y equipar ocho escuelas, pero gracias a la eficaz gestión presupuestaria y de proyectos y a un tipo de cambio beneficioso, UNOPS pudo finalmente renovar once escuelas con el presupuesto acordado en origen. Asimismo, UNOPS adquirió pupitres, sillas y pizarras para las escuelas.

Las nuevas instalaciones han ayudado a abordar el problema de la escasez de aulas en la provincia, a la vez que ayudan a mejorar la salud y seguridad de los niños locales y animan a las autoridades escolares a organizar diferentes actividades extracurriculares.

En la actualidad, unos 7.000 niños se benefician de las escuelas recientemente renovadas, lo que amplía el acceso a la educación en la región. Además, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha designado de manera oficial todas las escuelas como "adaptadas a los niños".

Impacto positivo

Mediante la contratación de contratistas locales y su capacitación en técnicas de construcción eficaces, documentación y controles de calidad, se desarrolló la capacidad local. Al final, el proyecto generó 21.000 días de trabajo remunerado para la población local. UNOPS participó en consultas continuas con los directores de las escuelas, las sociedades para el desarrollo escolar y el Ministerio de Educación para garantizar que se atendían las necesidades de las comunidades locales, lo que a su vez fomentó una mayor titularidad local. Además, UNOPS trabajó con las autoridades locales y nacionales para promover la accesibilidad de las personas con discapacidades mediante la construcción de rampas y aseos accesibles para sillas de ruedas.

La sostenibilidad ambiental se incorporó en el diseño y construcción del proyecto. Esto incluyó el uso de paneles de fibra ligados con cemento libre de amianto, lo que minimizó el empleo de madera y sacó el mayor provecho de la luz y ventilación naturales para reducir el consumo de energía. Además, al ofrecer aseos separados para niños y niñas, el proyecto ayudó a mejorar el acceso de las niñas a la educación.

Durante la inauguración oficial, los asociados felicitaron a UNOPS por las obras de gran calidad y por la gestión eficiente del proyecto.

A partir de fondos adicionales del KOICA, UNOPS también está construyendo 12 escuelas en el distrito de Kilinochchi de Sri Lanka, en la Provincia Septentrional.