En la República Centroafricana, así como en otros lugares, la fragilidad, los conflictos y la violencia, que se ven agravados por los devastadores efectos del cambio climático, están forzando a la población a abandonar sus hogares. Durante los últimos diez años, las crisis han obligado a millones de personas a huir de sus hogares en busca de seguridad y paz.

La pandemia de COVID-19 y los desastres naturales causados por el cambio climático, como las inundaciones, han supuesto una carga adicional para quienes huyen de los conflictos.

Junto con el Ministerio de Asuntos Sociales y Reconciliación Nacional de la República Centroafricana, UNOPS puso en marcha el Proyecto de Apoyo a las Comunidades Afectadas por el Desplazamiento (PACAD) para respaldar a las comunidades afectadas por los desplazamientos forzosos.

«Gracias a este proyecto, el Gobierno ha logrado que muchas personas regresen y puedan recuperar sus hogares», afirma Victor Bissekoin, Prefecto de Ouaka.

Desarrollo de la infraestructura comunitaria

UNOPS y el Banco Mundial apoyaron los esfuerzos del Gobierno de la República Centroafricana para construir infraestructura comunitaria y mejorar el acceso a los servicios básicos en zonas remotas y de difícil acceso del país.

Las carreteras rehabilitadas conectan ahora las comunidades y aumentan las oportunidades de lograr la prosperidad económica.

Las nuevas farolas que funcionan con energía solar han contribuido a incrementar la sensación de seguridad en las comunidades.

Además, la construcción y renovación de escuelas, un centro juvenil, un centro de salud y un parque municipal, entre otra infraestructura comunitaria, han contribuido a fortalecer las comunidades locales.

Mediante el proyecto PACAD, que abarca siete ciudades y dos distritos, se ayudó a mejorar el acceso a los servicios básicos, se construyó infraestructura social y se crearon redes de seguridad social para algunas de las comunidades más vulnerables, lo que fomenta la estabilidad, la inclusión y la resiliencia.

«Los logros del proyecto PACAD no solo responden de forma sostenible a las necesidades de infraestructura, sino también a las de creación de empleo», afirma Virginie Baikoua, ex Ministra de Asuntos Sociales y Reconciliación Nacional de la República Centroafricana.

Ayuda directa a quienes más la necesitan

Las transferencias de efectivo ayudan a las personas desplazadas a atender sus necesidades básicas y contribuyen a reforzar las redes de seguridad social, lo que permite reducir la pobreza, impulsar el crecimiento económico y promover la reconciliación nacional.

Asimismo, garantizan la redistribución de la renta entre la población más pobre y vulnerable, lo cual ayuda a los hogares a invertir en su futuro y gestionar riesgos, y facilita al Gobierno la toma de decisiones que favorezcan la eficiencia y el crecimiento.

Mediante el uso de tarjetas de identidad con fotografías se verificó que recibieran los pagos las personas indicadas, y a lo largo de dos años se realizaron ocho transferencias trimestrales en efectivo de aproximadamente 50 USD a cada hogar participante para que pudiera cubrir sus necesidades.

Posteriormente, las personas beneficiarias recibieron los pagos en forma de transferencias electrónicas a través de teléfonos móviles adquiridos por UNOPS, lo que redujo los problemas de seguridad derivados del transporte y la entrega de dinero en efectivo, y facilitó el acceso de las personas a servicios financieros y educativos.

Las personas beneficiarias pueden decidir cómo utilizar los fondos que reciben, que les permiten invertir en sus medios de subsistencia y vivir de forma digna.

Información sobre el proyecto

El Proyecto de Apoyo a las Comunidades Afectadas por el Desplazamiento (PACAD) es un programa de 42 millones USD financiado por el Banco Mundial en colaboración con el Gobierno de la República Centroafricana. UNOPS implementa el proyecto, que se divide en tres áreas: infraestructura, transferencia de efectivo y movilización de la comunidad. Cada componente tiene como objetivo cubrir las necesidades básicas de las comunidades desplazadas en siete ciudades y dos barrios de Bangui, la capital, para ayudar a mejorar las condiciones de vida y reducir la pobreza.

Los objetivos clave del programa son promover un diálogo pacífico entre las comunidades al involucrarlas en las fases de planificación, construcción y mantenimiento de la infraestructura, mejorar el acceso a los servicios y garantizar que las personas más vulnerables tienen medios financieros suficientes para cubrir sus necesidades diarias.