Proteger la biodiversidad y los medios de subsistencia
Cuando las turberas arden, la salud, la inestimable biodiversidad y los medios de subsistencia de las comunidades locales se ven amenazados.
En Indonesia se encuentran casi el 40% de las turberas tropicales del mundo, que almacenan enormes cantidades de dióxido de carbono, proporcionan tierras fértiles para la agricultura, protegen innumerables especies vegetales y animales y favorecen la gestión de los recursos naturales.
Se calcula que las turberas de Indonesia retienen hasta 57.000 millones de toneladas métricas de carbono. Esta cantidad equivale a casi dos años de emisiones de carbono en todo el mundo a los niveles actuales.
Cuando las turberas arden liberan grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que contribuye en gran medida a la triple crisis planetaria que constituyen el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Los incendios también amenazan los medios de subsistencia de los agricultores locales.
En 2021, la quema de arbustos para desbrozar la tierra y quitar los restos de plantas tras las cosechas provocó la impresionante cifra de 245 incendios solo en el distrito de Limbung, incluso a pesar que desde 2009 hay una política gubernamental que prohíbe a los agricultores prender fuego a las turberas.
«Como no conocemos otros métodos para cultivar, no tenemos otras opciones», afirma Suprapto, un agricultor local.
Dado que el 63% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Indonesia proceden del cambio en el uso de las tierras y de los incendios forestales y de turberas, es indiscutible que la protección y recuperación de las turberas en Indonesia es vital para el futuro del país, para las comunidades locales y para el planeta. |
Para adoptar medidas al respecto, el Gobierno creó el Organismo para la Recuperación de las Turberas y los Manglares de Indonesia (BRGM). En 2018, se estableció un programa del BRGM para contar con un mecanismo de recopilación de resultados, gracias a la financiación del Gobierno de Noruega.
El programa incluía capacitación para las comunidades locales e importantes mejoras en la infraestructura.
Proporcionar a los agricultores los conocimientos necesarios para que puedan cultivar la tierra sin recurrir a las quemas ayudó a reducir los incendios de 245 a poco más de 20 en un solo año. También aumentó significativamente los ingresos de las familias locales.
«Los ingresos de la población local que participa en el programa han aumentado hasta la mitad», señala Suprapto.
Los ingresos adicionales han ayudado a financiar la educación de niños y niñas, la renovación de viviendas y la compra de motocicletas.
Además de los métodos de cultivo, la mejora de la infraestructura de riego para mantener el agua de lluvia en las turberas es vital para su recuperación.
De forma experimental, UNOPS se encargó de diseñar sistemas para bloquear canales. Se trata de estructuras de cemento que mantienen el agua en los canales que atraviesan la zona, lo que garantiza la disponibilidad de agua durante todo el año para la extinción de incendios, la protección de las turberas silvestres y el riego de los cultivos. Las turberas recuperadas son idóneas para la reforestación y reducen el riesgo de incendios.
Siguiendo el modelo de UNOPS, el BRGM construyó más de 170 sistemas para bloquear canales que benefician a casi 30 poblaciones de la zona.
Apart from farming methods, upgrading irrigation infrastructure to keep rainwater in the peatlands is vital to their restoration.
On a pilot basis, UNOPS provided the designs for the construction of canal blockers. These are concrete structures that keep water in the canals that crisscross the area, ensuring water is available for year-round firefighting, wild peatland protection and crop watering. Restored peatlands are optimal for re-vegetation while reducing the risk of fires.
Based on the UNOPS model, BRGM constructed over 170 canal blockers that serve nearly 30 villages in the area.
En 2021, cuando un incendio de turberas amenazó una escuela local, la brigada de extinción de incendios pudo apagarlo gracias a una balsa de agua creada por un canal.
«Hace unos años, cuando los canales solían estar vacíos durante las estaciones secas, no habríamos podido hacerlo», afirma Trisno Slamet, responsable de la unidad de gestión de turberas de la comunidad.
Impedir que la población provoque incendios es difícil. Ofrecer a la comunidad la posibilidad de practicar una agricultura sin quemas es una forma mucho más eficaz de proteger las turberas y luchar contra el cambio climático al tiempo que se mejoran los medios de subsistencia».
Información sobre el proyecto
Gracias a 41 millones USD de financiación de la Iniciativa Internacional por el Clima y los Bosques de Noruega, la oficina de UNOPS en Indonesia gestionó el programa para apoyar las actividades del Organismo para la Recuperación de las Turberas y los Manglares de Indonesia (BRGM).
El BRGM, junto con UNOPS, el Ministerio de Silvicultura y otros asociados, ha dirigido proyectos de recuperación en más de 850 poblaciones de Kalimantan, Papua y Sumatra.
El BRGM desarrolla un modelo sistemático, eficiente, estructurado e integrado de recuperación de turberas centrado en la recuperación efectiva de los 2,67 millones de hectáreas de turberas de siete provincias consideradas prioritarias: Kalimantan Central, Jambi, Riau, Kalimantan Meridional, Sumatra Meridional, Papua y Kalimantan Occidental.
UNOPS también colaboró con la Dependencia contra el Cambio Climático del Reino Unido y el BRGM para implementar el proyecto de asistencia contra el coronavirus para las turberas sostenibles de Indonesia en respuesta a la pandemia.