The United Nations Office for Project Services (UNOPS)
Preservar el pasado mirando hacia el futuro
La restauración del Museo Histórico Nacional de Albania reaviva el espíritu del patrimonio cultural del país y destaca su mosaico icónico.
Una mirada en profundidad al proceso de restauración e inauguración del famoso mosaico de la fachada del Museo Histórico Nacional de Albania.
UNOPS y la Unión Europea han aunado esfuerzos en el marco del proyecto EU4Culture en Albania, uno de los mayores programas de patrimonio cultural de la Unión Europea. En colaboración con el Ministerio de Cultura de Albania, UNOPS está implementando el proyecto para restaurar y revitalizar 24 sitios del patrimonio significativos desde un punto de vista cultural y que sufrieron daños durante un terremoto devastador.
El proyecto, de un valor de 40 millones EUR, mejorará los servicios turísticos mediante la integración de tecnologías de vanguardia, como herramientas de realidad virtual, para crear experiencias inmersivas e interactivas para el público visitante, y apoyará el desarrollo socioeconómico de las comunidades locales mediante la promoción de la artesanía tradicional y el turismo cultural.
Gracias al desarrollo de planes de gestión y negocio del patrimonio cultural, el proyecto EU4Culture garantiza la viabilidad financiera y la rentabilidad a largo plazo de los sitios, al mismo tiempo que amplía sus funciones y servicios. A través de esta colaboración, UNOPS y la Unión Europea realizan importantes contribuciones al desarrollo sostenible de los sitios del patrimonio cultural de Albania, a la vez que dan respuesta a la brecha digital y promueven una educación accesible.
Como parte de este proyecto, el equipo de EU4Culture ha restaurado el famoso mosaico que adorna el Museo Histórico Nacional situado en Tirana, la capital de Albania. Este mosaico icónico domina la plaza Skanderberg y representa el rico patrimonio cultural de Albania.
Repasamos el minucioso proceso de restauración de este importante ícono nacional.
El mosaico que adorna la fachada del Museo Histórico Nacional es una célebre obra maestra del realismo socialista albanés tardío. Creado en 1981, se considera uno de los mejores ejemplos de este estilo artístico. Con una impresionante superficie de 565 metros cuadrados, el mosaico representa momentos significativos de la historia de Albania, desde la antigüedad hasta la era comunista. El intrincado diseño fue obra de artistas reconocidos como Vilson Kilica, Josif Droboniku, Agim Nebiu, Anastas Kostandini y Aleksandër Filipi.
En noviembre de 2019, Albania sufrió un terremoto catastrófico, el más fuerte de los últimos 50 años, de 6,3 grados en la escala de Richter. El terremoto tuvo un efecto devastador y causó una destrucción generalizada en 11 municipios. Desafortunadamente, el mosaico, un valioso tesoro cultural, no se salvó de la destrucción. Sufrió importantes daños, lo que lo convirtió en un emotivo símbolo de la tragedia.
En mayo de 2021, el proyecto EU4Culture reunió a un equipo diverso de especialistas para el proyecto de restauración. El equipo estaba formado por profesionales de la ingeniería, la tecnología, la conservación y la restauración, e incluso algunos de los artistas originales que trabajaron en el mosaico en la década de 1980. Instalaron un taller in situ y comenzaron el proceso de restauración. Tras reflexionar detenidamente y consultar con las personas pertinentes, el equipo decidió cuál era el mejor enfoque para la restauración. Su objetivo era conservar los elementos originales en la medida de lo posible, teniendo en cuenta al mismo tiempo las técnicas y materiales utilizados originalmente.
El equipo se enfrentó a varios desafíos durante la restauración. Tuvieron que construir un andamio elevado, de 22 metros, para proteger la fachada. El andamio se diseñó para que se sostuviera por sí solo sin tocar el mosaico. Se trataba de una importante tarea de ingeniería. El equipo dedicó mucho tiempo y esfuerzo a encontrar la mejor solución, y se centró principalmente en garantizar la seguridad del personal.
Un equipo de profesionales de la conservación, junto con estudiantes de la Universidad de Tirana, documentaron minuciosamente la vasta superficie del mosaico, que ocupa un área mayor que un campo de baloncesto estándar. El proceso consistió en documentar manualmente, con la ayuda de una red de plástico y papel de calco, cada una de las cientos de miles de piedras, conocidas como teselas, a escala 1:1. En total, identificaron, analizaron y documentaron 123 tonos de color diferentes presentes en el mosaico.
Tras un examen más detallado, se descubrió que las filtraciones de agua del tejado se habían colado por las grietas del mosaico, provocando la oxidación y dilatación de las barras de refuerzo de hierro situadas debajo, lo que había dado lugar a la formación de cavidades. Además, algunos de los pigmentos originales de las teselas reaccionaban mal a los cambios de humedad y temperatura, lo que provocaba fracturas. Para solucionar estos problemas, era necesario reparar el tejado. Durante el proceso, se descubrió que las capas añadidas al tejado a lo largo de los años eran cinco veces más gruesas de lo previsto durante la fase inicial de diseño. Este grosor no planificado obligó a retirar más de 437 toneladas de escombros y a sustituir el tejado por uno nuevo con aislamiento y nivelación para garantizar el drenaje adecuado del agua de lluvia lejos del mosaico.
Los autores del mosaico colaboraron con el equipo del proyecto EU4Culture para facilitar la compra de teselas al taller original en Venecia (Italia), donde se elaboraron hace 40 años. Esta tarea resultó ser todo un desafío debido a las diversas complejidades que entrañaba. Se tuvieron que tener en cuenta factores como la procedencia de los minerales, la influencia de las temperaturas externas y del horno, los niveles de humedad externa, las fluctuaciones térmicas durante la producción y muchas otras variables. Por desgracia, algunos minerales necesarios para producir las teselas originales ya no estaban disponibles. Por ello, profesionales de la química y la tecnología se esforzaron al máximo para identificar meticulosamente y crear materiales que se ajustaran con precisión a los tonos de color originales.
El proceso de restauración del mosaico se hizo por segmentos. Cada segmento dañado se trató como un panel independiente, en el que las barras de hierro y las teselas oxidadas se sustituyeron por otras nuevas en las zonas afectadas. Este proceso duró 24 meses, durante los cuales se restauró toda la superficie del mosaico y después se barnizó con meticuloso cuidado para garantizar su impermeabilidad y larga duración.
En mayo de 2023, la restauración del mosaico se inauguró oficialmente en un acto especial. La ceremonia fue el acto más destacado de la Semana de Europa 2023 en Tirana. Antes de la ceremonia tuvo lugar un flashmob organizado por la delegación de la Unión Europea. A la ceremonia, celebrada frente a la entrada del museo, asistieron la Directora de la Oficina Multipaís de UNOPS en Austria, Freya von Groote; la Directora de UNOPS en Albania, Pamela Lama; la Embajadora de la Unión Europea en Albania, Christiane Hohmann; la Ministra de Cultura, Elva Margariti; la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas, Fiona McCluney; autores, autoras y restauradores y restauradoras de mosaicos y otros distinguidos invitados y distinguidas invitadas.
En el segundo semestre de 2023 comenzará la nueva fase de las obras de restauración del edificio del Museo Histórico Nacional. El proyecto EU4Culture ha desarrollado un diseño para mejorar el museo y adecuarlo a los últimos estándares internacionales. Se restaurarán varios pabellones del museo para incluir tecnología punta y exposiciones interactivas. Estas mejoras ofrecerán al público visitante una experiencia envolvente que le permitirá adentrarse en el abundante patrimonio y la cultura del país.