The United Nations Office for Project Services (UNOPS)
Aprender a oír: una historia desde la Ciudad de Guatemala
Aunque la población en Guatemala tiene acceso universal a la atención sanitaria, no siempre es posible cubrir todas sus necesidades. El sistema público de atención sanitaria se enfrenta a problemas como recursos limitados, cada vez más pacientes, altos costos médicos y de tratamiento e infraestructura deficiente.
La cobertura de atención sanitaria de los niños era desigual y dependía del nivel socioeconómico de sus familias. Sin embargo, se ha trabajado para reducir las desigualdades y garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de recibir los servicios especializados de atención sanitaria que necesiten.
En la Zona 15 de la Ciudad de Guatemala, se encuentra Clínicas para Oír Mejor, un centro dirigido por el Dr. Luis Ramos Verdugo que proporciona servicios públicos de atención sanitaria para niños y adultos con discapacidades auditivas graves.
Debido a las múltiples limitaciones institucionales, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) no pudo suministrar a las clínicas implantes cocleares —prótesis electrónicas que se colocan quirúrgicamente bajo la piel al nivel del oído interno y que permiten al nervio auditivo percibir el sonido—, los cuales son óptimos para los niños con discapacidades auditivas graves.
El don de oír
Gracias al apoyo de UNOPS, el IGSS pudo obtener 40 dispositivos para Clínicas para Oír Mejor. Además, UNOPS supervisa y respalda las cirugías y las terapias correspondientes en una clínica en la Zona 13.
La clínica ahora ofrece un programa especializado para los niños que más necesitan esta tecnología. Combinados con sesiones terapéuticas frecuentes, los implantes cocleares ayudan a mejorar la audición de los niños.
Sin embargo, los costos son elevados. Con la cobertura del IGSS, el implante y la cirugía cuestan alrededor de 40.000 USD, por lo que es importante seleccionar a los candidatos adecuados para el éxito del programa.
La intervención temprana y la participación familiar son dos factores adicionales clave para el éxito, indica el Dr. Verdugo: «La edad es un factor muy importante. Otro factor importante para determinar qué tanto se va a poder avanzar es que la familia esté comprometida; que los papás lo estimulen en casa».
«Para algunos papás,», agrega el Dr. Verdugo, «la terapia auditiva se vuelve como que un estilo de vida y lo están estimulando todo el tiempo».
Para Andrea, Fernando y Keily, esto supuso la oportunidad de oír las voces de sus padres, las risas de los niños y los ladridos de los perros.
Keily Guadalupe Osorio Joge
Keily, de cinco años, obtuvo un implante cuando tenía cuatro años y medio. Su madre, Paula Yasenia Joge Salvador, conduce durante alrededor de 30 minutos desde San José Pinula para traerla a terapia dos veces por semana.
«Yo feliz por [el] gran cambio con ella […] Ya escucha cuando ladra un perro, cuando escucha un perro [...] empieza a buscar dónde está el perro». – Paula Yasenia Joge Salvador, madre de Keily
Fernando Misael Jiménez López
Fernando vive en Villa Nuevas, donde asiste al jardín infantil, y obtuvo un implante coclear poco tiempo después de cumplir seis años. Los médicos dicen que ha respondido muy bien al tratamiento.
«La verdad que una gran felicidad para todos porque ¿quién no va a querer lo mejor para su hijo? Todos contentos y emocionados. Es un camino que vamos a empezar, que es largo pero ahí vamos». — Olga Raquel López, madre de Fernando
Andrea Elizabeth Ajanel Chocojay
Andrea tiene cinco años y es de Palín (Escuintla). Tras recibir el implante coclear a mediados del año pasado, también realiza la terapia recomendada dos veces por semana y cuenta con todo el apoyo de su familia.
«La verdad que esto es algo alegre […] Ella cuando no tenía el implante era muy tranquila, calladita, le gustaba ver televisión, ahora ya implantada es más inquieta, quiere saber qué le pasó y para mí fue hermoso verla diciéndome que ella escucha los ruidos y me pregunta "¿Qué es eso?" cuando escucha cuetes y para mí es una gran emoción». —José Federico Ajanel Cortez, padre de Andrea
Andrea, Fernando y Keily son solo tres de los 25 niños que ya han recibido los implantes cocleares en Clínicas para Oír Mejor y otros 15 los recibirán a comienzos de 2020. La duración del tratamiento y la terapia varían según el niño. Pero gracias al apoyo continuo del IGSS, de UNOPS y de sus familias, estos niños y muchos más tienen mejores perspectivas de futuro.
Información sobre el proyecto
Desde 2016, a fin de mejorar el sistema sanitario público, UNOPS colaboró con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para aumentar la transparencia en las adquisiciones públicas, empezando con la adquisición de medicamentos y suministros médicos, y más adelante prestando apoyo en la reforma general del IGSS.
A través de esta colaboración, UNOPS formuló políticas sostenibles sobre adquisiciones, infraestructuras y gestión de proyectos, además de capacitar a 600 miembros del personal en materia de adquisiciones públicas y gestión de la cadena de suministro.
El proyecto permitió al Gobierno de Guatemala lograr ahorros importantes. Mediante 13 procesos de licitación pública, UNOPS ayudó a abastecer 114 hospitales y centros de salud de todo el país con 568 tipos de fármacos, lo que representa 450 millones de dosis de medicamentos. Mediante los procesos de adquisiciones transparentes y eficientes, el Gobierno estimó ahorros de alrededor de 270 millones USD, lo cual representa aproximadamente un 57% de ahorro en la adquisición de medicamentos y un 34% de ahorro en suministros quirúrgicos e implantes cocleares desde que comenzó la colaboración con UNOPS.
Alrededor de 3,2 millones de guatemaltecos tienen acceso a servicios de mejor calidad, gracias a las mejoras del sistema de salud. Lo que es más importante: el proyecto dejó un legado de transparencia en un país en el que hay un riesgo alto de corrupción en las adquisiciones públicas. De esta forma, se sentaron las bases para que en el futuro el IGSS lleve a cabo procesos de adquisiciones transparentes y eficientes.