The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Desarrollo de la resiliencia al cambio climático en Yemen gracias a la infraestructura vial

En Yemen, las fuertes lluvias y otros fenómenos meteorológicos extremos tienen consecuencias devastadoras para las comunidades urbanas y rurales. Las carreteras resilientes al clima son un salvavidas.

Yemen, que ya sufre una crisis humanitaria y un conflicto devastadores, se ve aún más afectado por los efectos del cambio climático. El clima semiárido del país, junto con los fenómenos meteorológicos extremos, ha exacerbado las vulnerabilidades existentes.

El desarrollo de una infraestructura sostenible y resiliente al clima que pueda resistir futuras perturbaciones y tensiones es esencial para abordar las inmensas necesidades de las comunidades de Yemen. A través de dos proyectos financiados por la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial, UNOPS da respuesta a los apremiantes desafíos de los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos causados por el cambio climático tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas de Yemen.

En las zonas rurales del país, la pobreza, la escasez de recursos y los efectos del cambio climático han creado una dura realidad para la población. Muchas personas, que dependen de la agricultura para su subsistencia y alimentación, son cada vez más vulnerables a los efectos del cambio climático, como la escasez de agua, los patrones impredecibles de precipitaciones y la erosión del suelo.


Al mismo tiempo, cuando se producen inundaciones, las comunidades rurales pueden quedar aisladas de los servicios esenciales. La falta de carreteras adaptadas a todo tipo de clima dificulta a los agricultores y las agricultoras el transporte de sus productos a los mercados. Esta combinación ha provocado una grave inseguridad alimentaria.


Para tratar de mejorar esta situación, el Proyecto de Conectividad para brindar Asistencia Vital en Yemen facilita el desarrollo de la resiliencia climática a través de la mejora de la infraestructura vial y ofrece oportunidades de empleo a la población.

Los componentes del proyecto tienen como objetivo rehabilitar y mejorar 150 km de vías de acceso rurales, construir dos puentes modulares en lugares estratégicos y apoyar el mantenimiento de 60 km de vías de acceso a las aldeas y 150 km de vías de acceso rurales. La infraestructura mejorada ayudará a mejorar la conectividad del transporte, garantizando un acceso seguro y confiable a los mercados, los servicios sociales y los servicios esenciales para las comunidades rurales. 

Mediante la modernización de la superficie de las carreteras, la mejora del drenaje y la utilización de materiales respetuosos con el clima, el proyecto pretende crear una red vial que pueda resistir los efectos del cambio climático. Además, se utilizan técnicas de estabilización de taludes para prevenir la erosión y proteger las carreteras de los deslizamientos de tierra, fortaleciendo aún más la resiliencia de la infraestructura rural.

En la provincia de Hajjah, un albañil construye una zanja a lo largo de una ladera. El canal está diseñado para desviar el agua de lluvia de la carretera y evitar la erosión, asegurando la estabilidad y seguridad de la carretera.
En Mukalla, en la provincia de Hadhramaut, los albañiles construyen alcantarillas de obra para el encauzamiento de las inundaciones. Estas estructuras ayudan a desviar el exceso de agua durante las fuertes lluvias, evitando inundaciones y protegiendo la infraestructura y las comunidades.

Cuando vimos al equipo de ingeniería trabajando en el diseño de la carretera, nos pareció un milagro. La carretera nos será muy útil. Podremos invertir y abrir tiendas, o llevar a cabo otras actividades empresariales. Además, los niños y las niñas tendrán un mejor acceso a la educación».

Bohebh Ali - residente de Bajel

Las carreteras mejoradas no solo ofrecen esperanza a la población, sino que también proporcionan a los usuarios y las usuarias una mayor sensación de confiabilidad.

«Tengo una motocicleta, que es mi fuente de ingresos. Tenía que repararla constantemente debido a los baches de la carretera. Pero después de la pavimentación, las cosas han mejorado mucho», dice Fayez Ahmed, residente de Al-Makhader, en la provincia de Ibb.

«La vía nos ha facilitado el acceso a bienes que antes no podíamos conseguir. Ahora podemos cubrir todas nuestras necesidades. Llamamos a la vía pavimentada el “oro negro”. Nuestro sufrimiento ha terminado», añade.

Para mejorar aún más la sostenibilidad, más de 40 empresas locales están implementando las obras y la capacitación ha ayudado a crear capacidad y transferir conocimientos. Hasta la fecha, se han creado unos 456.000 puestos de trabajo, incluidos 39.000 puestos de trabajo para mujeres.

En las zonas urbanas del país, la destrucción de la infraestructura urbana debido a la guerra ha privado a las personas de las ciudades del acceso al agua potable, el saneamiento y otros servicios esenciales. Cuando las fuertes lluvias provocan inundaciones, la infraestructura ya dañada se ve aún más en peligro, lo que exacerba la crisis humanitaria.

Desde 2017, el Proyecto de Emergencia de Servicios Urbanos Integrados de Yemen ha rehabilitado aproximadamente 450 km de carreteras urbanas, pavimentado unos 78.300 m2 de carreteras y mejorado los sistemas de drenaje en 14 ciudades, con el objetivo de restaurar la accesibilidad, mejorar la movilidad y apoyar los servicios esenciales.

El enfoque de diseño resiliente al clima del proyecto contribuye en última instancia a la resiliencia y recuperación de la comunidad para más de 10,3 millones de personas.

En la ciudad de Taiz, UNOPS implementa 5 subproyectos para rehabilitar 22 km de carreteras vitales, lo que beneficia a más de 250.000 personas. Estas carreteras mejoran el acceso a los servicios esenciales y conectan Taiz con otras ciudades al norte y al sur. La conectividad mejorada facilita un mejor flujo de las mercancías y los suministros, particularmente desde la ciudad portuaria de Adén, en el sur.

«La zona estaba privada de muchos servicios, porque no había carretera, era solo una zona inundable. Los vehículos no pudieron entrar a la zona, especialmente durante la época de lluvias», dice Hamza Al-Sharabi, líder comunitario en Taiz.

«Antes era difícil viajar debido a los baches, el viaje duraba más tiempo. Solía tardar 15 minutos en llegar a la escuela, pero ahora solo tardo 5 minutos», explica Zeinab Al-Shuraabi, profesora de una escuela de Taiz. «A veces llegábamos tarde porque no podíamos encontrar un autobús, o el autobús se averiaba y teníamos que caminar hasta la escuela».

Los muros de contención de nueva construcción en Al Saiylah, en Amran, ayudan a prevenir las inundaciones que pueden bloquear el acceso y dañar la propiedad.
Las carreteras construidas para soportar niveles de agua más altos y corrientes más fuertes pueden permanecer accesibles incluso durante fenómenos meteorológicos extremos. El uso de materiales más resistentes a la intemperie y la erosión puede aumentar su durabilidad y resiliencia.
Las alcantarillas y los sistemas de drenaje están diseñados para gestionar grandes volúmenes de agua y pueden prevenir inundaciones y erosión. Los puentes ayudan a garantizar que las personas y los bienes puedan moverse libremente.

En Amran, la construcción de carreteras, alcantarillas y muros de contención resilientes al clima ha reducido significativamente el riesgo de inundaciones. Antes, las inundaciones en la zona restringirían gravemente el movimiento de personas y mercancías.

La infraestructura resiliente está diseñada para soportar condiciones climáticas extremas, asegurando que la ciudad siga funcionando y mejorando la seguridad y el bienestar de sus residentes.

«Nosotros, así como nuestros niños, niñas y mujeres, solíamos tener muchos problemas al cruzar la calle y acceder a nuestros hogares. Las inundaciones causaron daños significativos en las calles y casas, obstaculizando el paso seguro», dice Mohammed Hobaish, residente de la ciudad de Amran. 

«La construcción de la alcantarilla de drenaje de la carretera ha facilitado el acceso a nuestras escuelas y hogares y ha acortado distancias», añade.

En conjunto, estos proyectos son pasos vitales hacia un país más resiliente al clima. Mediante el fortalecimiento de la infraestructura crítica y el impulso de las economías locales, las comunidades están mejor equipadas para resistir futuros desafíos relacionados con el clima y construir un futuro más sostenible.

Más información sobre los proyectos

El Proyecto de Emergencia de Servicios Urbanos Integrados de Yemen es un proyecto de 345 millones USD financiado por la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial e implementado por UNOPS, gracias a 150 millones USD para la primera fase y 195 millones USD para la segunda fase. El proyecto tiene como objetivo prestar servicios urbanos esenciales a la población yemení afectada por el conflicto en curso y la crisis humanitaria. Esto incluye la rehabilitación de la infraestructura de agua y saneamiento, la rehabilitación de las vías urbanas, el suministro de electricidad que tanto se necesita y el fomento de la resiliencia y la capacidad de las comunidades locales. Saber más 

El Proyecto de Conectividad para brindar Asistencia Vital en Yemen es un proyecto de 50 millones USD financiado por la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial e implementado por UNOPS. Su objetivo es proporcionar a la población rural yemení, aquejada de inseguridad alimentaria, un acceso por carreteras adaptadas al clima y oportunidades de empleo y emprendimiento. El proyecto consta de cuatro componentes, entre ellos la rehabilitación de carreteras, el fomento de la capacidad de las agencias de transporte, el apoyo a la gestión de proyectos y la respuesta de emergencia. Saber más

Mediante esta iniciativa se respaldan los siguientes Objetivos Mundiales:


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