The United Nations Office for Project Services (UNOPS)
Un nuevo futuro para las zonas rurales de Myanmar
La agricultura brinda grandes oportunidades para impulsar el desarrollo y mejorar el nivel de vida de millones de personas en las zonas rurales de Myanmar.
Aproximadamente 51,4 millones de personas viven en Myanmar, y más de una cuarta parte de la población lo hace por debajo del umbral nacional de pobreza.
Un 70% de los habitantes se concentra en las zonas rurales del país, donde habitan tres cuartas partes de toda la población en situación de pobreza.
Sin embargo, aunque se trata del país más extenso del sudeste asiático continental, Myanmar cuenta con una de las densidades de población más bajas de la región. Esta característica, junto con la ventaja de poseer terrenos especialmente fértiles, ofrece al país un gran potencial para aumentar la producción agrícola y, por tanto, sus beneficios.
A continuación presentamos la historia de una familia que muestra cómo la optimización de las prácticas agrícolas ha contribuido a mejorar su calidad de vida.
En Kyar Kan Taunt, una aldea en el delta del Ayeyarwady, a unos 100 kilómetros al oeste de Yangón, vive Yin Hlaing, de 70 años, con su esposa, seis hijos y nueve nietos. La familia vive en un terreno de 23 hectáreas que heredó del padre de Yin Hlaing y que ahora él comparte con sus hijos.
Todos los años, la familia se pone en marcha para cultivar arroz y frijoles negros. Los plazos para los cultivos son sumamente sensibles; si la siembra no se completa a tiempo, los agricultores pueden perder hasta el 60% de su futura cosecha.
Desde que era niño, Yin Hlaing ha trabajado la tierra y ha ayudado a cuidar de las vacas que se utilizan para arar los campos.
Los métodos que utilizaban para cultivar requerían gran densidad de mano de obra y bastante tiempo, lo que suponía trabajar sin descanso durante la temporada anual de monzones en Myanmar.
Sin embargo, las prácticas agrícolas han cambiado drásticamente para esta familia en el último año.
Después de intentar ahorrar dinero y buscar tractores durante años, Yin Hlaing y su familia tuvieron la oportunidad de adquirir uno a principios de 2016 a través del Programa de financiación de productos agroindustriales de Yoma Bank, financiado por el Fondo fiduciario para los medios de vida y la seguridad alimentaria (LIFT).
Rápidamente la familia comenzó a ver los beneficios. Un proceso que solía durar como mínimo tres meses ahora es posible completarlo en solo cinco días, lo que permite aprovechar ese tiempo para producir una mejor cosecha.
Un nuevo futuro
El hijo menor, Min Htike, fue junto con todos sus hermanos y su padre a comprar el tractor y firmar el contrato.
Ahora sus ambiciones son mayores. Min Htike quiere tener una explotación agrícola bien estructurada y desea que su aldea disponga de carreteras y electricidad.
Tiene la esperanza de poder comprar algún día una cosechadora, adquirir nuevas tierras y desarrollar actividades de demostración agrícola en su finca para ofrecer formación a otros agricultores.
El tractor era nuestro. Por fin mi sueño se había hecho realidad».
La esposa de Yin Hlaing, Daw Than Than, recuerda lo difícil que resultaba ver a su familia trabajando tan duro en los campos de arroz, intentando terminar el trabajo a tiempo para la temporada de la cosecha.
Cuando sus hijos eran pequeños, la familia tuvo que hacer frente a muchos problemas. No podían permitirse llevar a todos sus hijos a la escuela, pues los necesitaban para trabajar en los campos.
Siente que sus nietos viven ahora en una época muy distinta. La posibilidad de que terminen la escuela y puedan obtener una formación es más real.
Su nieta mayor ya va a la universidad en Pathein, a unos 30 minutos de la aldea.
La mecanización de su explotación agrícola implica que la familia al completo puede disponer de más tiempo libre para participar en actividades sociales en su aldea o pasar tiempo con los suyos. Ahora los niños pueden disfrutar de su infancia.
Beneficios para la aldea
Min Htike también ayuda a sus vecinos.
El propietario de una de las tierras vecinas, U Ma Saw, y su sobrino, Hpa Nyant, pagan 20.000 kyats (aproximadamente 15 USD) por el uso del tractor; un precio menor al que pagarían por hacer el mismo trabajo manualmente.
Un trabajo que tardaría dos días en realizarse con dos trabajadores y la ayuda de vacas ahora se puede completar en una hora.
Cerca de 20 agricultores han alquilado el tractor de Yin Hlaing durante los últimos ocho meses. Todos los terrenos de la aldea en los que se cultivan frijoles negros están ahora preparados. Yin Hlaing confía en que la aldea tendrá una buena temporada, y se siente orgulloso al saber que parte del éxito se debe a su tractor.
El hijo mayor de la familia, Hla Moe Khaing, comenta la escasez de mano de obra en la región y cómo las explotaciones agrícolas de la aldea se han visto afectadas debido a la marcha de los trabajadores hacia la mejor remunerada industria textil.
Sin el tractor, cree que su familia habría quedado desamparada.
Ahora, con su familia enfrentándose al futuro con mayor confianza, Yin Hlaing aprecia las cosas simples de la vida, como su paseo diario para ir a buscar a su nieta a la escuela.
Información sobre el proyecto
El Fondo fiduciario para los medios de vida y la seguridad alimentaria (LIFT) se creó en 2009 con el objetivo de mejorar las condiciones de vida y las expectativas de futuro de pequeños agricultores y personas sin tierras en las zonas rurales de Myanmar.
A finales de 2016, un total de 7,2 millones de habitantes de zonas rurales (esto es, cerca del 20% de la población rural del país) habían recibido apoyo por parte del LIFT. Además, aproximadamente 1,6 millones de hogares se habían beneficiado directamente de las actividades del LIFT en 13 estados o regiones y 222 municipios, incluidos 240.000 hogares encabezados por mujeres. Alrededor de 200.000 hogares habían recibido ayuda para la producción agrícola, y más de 163.000 personas habían recibido capacitación en técnicas agrícolas.
El Programa de financiación de productos agroindustriales financiado por el LIFT proporciona un financiamiento asequible para la adquisición de tractores, trilladoras, cosechadoras y otra maquinaria para miles de agricultores en toda Myanmar. Desde que este programa comenzara en 2016, se han firmado 3.125 contratos de arrendamiento de maquinaria agrícola valorada en más de 60 millones USD, algo que, de otra forma, muchos agricultores y empresarios rurales no se hubiesen podido permitir para mecanizar sus actividades agrícolas.
El LIFT recibe el apoyo de los gobiernos de Australia, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza, así como de la Unión Europea y la Mitsubishi Corporation. Los fondos se agrupan para que la ayuda sea efectiva y se gestionan a través de UNOPS. El mandato del fondo se ha ampliado en dos ocasiones a petición de los donantes, y se espera que las actividades continúen al menos hasta finales de 2018.