Con motivo del Día Internacional de la Mujer, nos sumamos al resto del sistema de las Naciones Unidas en la adopción del tema de este año: “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”.

Este momento es especialmente significativo, ya que conmemoramos dos hitos que han transformado nuestra forma de abordar los derechos de las mujeres a nivel mundial. Este año se cumplen 30 años de la Declaración de Beijing, considerada en su momento el plan más progresista para promover los derechos de las mujeres, y 25 años de la histórica Resolución del Consejo de Seguridad sobre las mujeres, la paz y la seguridad.

El contexto mundial es desafiante: a medida que se acerca la fecha límite de 2030 para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los conflictos siguen afectando a comunidades de todo el mundo. Tan solo el año pasado, 612 millones de mujeres y niñas vivían en zonas de conflicto, un 50% más que hace diez años. 

En todo el mundo, UNOPS trabaja para proporcionar soluciones prácticas que mejoran la vida diaria de millones de mujeres y niñas. Desde crear oportunidades económicas en Sudán del Sur hasta ofrecer una ayuda vital a los hogares vulnerables en Afganistán y suministrar agua potable en Argentina, trabajamos para garantizar que todas las mujeres y niñas puedan prosperar. 

Desde el personal de salud que salva vidas en Yemen hasta los equipos de construcción dirigidos por mujeres que reconstruyen escuelas en Ucrania, invertir en las mujeres significa invertir en un futuro más sólido y resiliente.

En UNOPS también hemos recorrido un largo camino. Actualmente, las mujeres siguen constituyendo más de la mitad de nuestra plantilla laboral en todo el mundo. Estoy orgulloso de nuestro proceso hacia una organización más igualitaria, aunque nuestra labor aún no ha concluido y seguimos centrándonos en la tarea que tenemos por delante. 

Debemos seguir luchando por un mundo más inclusivo e igualitario. 

En este Día Internacional de la Mujer, reafirmemos nuestro compromiso de crear un mundo más inclusivo e igualitario. Para ello debemos luchar contra la discriminación en nuestros proyectos y en nuestro lugar de trabajo, eliminar las barreras que impiden la plena participación de las mujeres, apoyar su liderazgo y amplificar las voces silenciadas. 

En conjunto, nuestras soluciones prácticas generan un cambio real para las mujeres y las niñas de todo el mundo.