En los últimos diez años, Haití ha sido devastado por una serie de desastres naturales y fenómenos meteorológicos extremos. En 2008, el país fue azotado por cuatro huracanes que se cobraron la vida de 800 personas y destruyeron terrenos de cultivo. Menos de dos años después, un terremoto de magnitud 7 sacudió la capital del país. Más de 220.000 personas perdieron la vida y 1,5 millones de personas quedaron sin hogar.