Se estima que 16,7 millones de personas en Siria necesitan asistencia humanitaria, lo que representa la cifra más alta desde el inicio de la crisis en 2011. El conflicto ha dañado infraestructura crítica y los frecuentes cortes de electricidad han dejado a millones de personas sin acceso a servicios básicos. 

Los fuertes terremotos que sacudieron la frontera entre Türkiye y Siria en febrero de 2023 añadieron aún más presión a un sistema ya de por sí frágil.

Con el objetivo de ayudar a mejorar el acceso a los servicios en las comunidades vulnerables, y gracias a la financiación del Gobierno de Japón, UNOPS instaló paneles solares en cinco escuelas públicas y cinco centros de salud de atención primaria en la provincia siria de Hama.

En las escuelas, los paneles solares ayudaron a mejorar los servicios educativos al proporcionar suministro de energía al alumnado y al profesorado. 

«Antes, cuando veníamos a la escuela, todo estaba oscuro. Teníamos que utilizar las linternas de nuestros teléfonos para ver», explicó Gsaid Hazal Btehe, Directora de la Escuela Qutayba Bin Muslim Baihili. «El 90% del equipo educativo de la escuela necesita electricidad para funcionar. Así que no se usaba porque no había suministro de energía», añadió.

Los cinco centros de salud, que atienden a más de 57.000 personas, pueden prestar ahora servicios esenciales a pacientes que los necesitan.

«La situación era precaria debido a los continuos cortes de electricidad. Muchos servicios se interrumpieron en la clínica dental y la de salud reproductiva. También los tratamientos contra el asma», señaló Fikrat Abboudieh, Directora del Centro de Salud de Sabboura. «Los paneles solares nos ayudan ahora a prestar muchos servicios a pacientes», añadió.

Las diez instalaciones resultaron dañadas por los terremotos. Para mejorar las condiciones de los edificios, también se llevaron a cabo obras menores de rehabilitación en el marco del proyecto. Saber más (en inglés).