Dada su situación geográfica, Sri Lanka suele utilizarse estratégicamente como centro de tránsito para el tráfico de drogas. Como consecuencia, el consumo local de drogas ilícitas también es elevado, y se calcula que más de medio millón de personas son drogodependientes. Con el paso de los años, las instalaciones de los laboratorios se han quedado anticuadas, lo que ha limitado la capacidad de realizar análisis, así como la de elaborar informes.

UNOPS ha traspasado los laboratorios remodelados de toxicología y estupefacientes al departamento de análisis del Gobierno. El proyecto forma parte de una iniciativa más amplia financiada por la Agencia de Cooperación Internacional de la República de Corea (KOICA) para fortalecer el análisis forense de drogas en el sistema de justicia penal de Sri Lanka.

Las mejoras de los laboratorios ayudarán a eliminar el retraso acumulado y a agilizar las respuestas a los casos actuales en el departamento de análisis del Gobierno.