Hoy en día existen diversas redes de cadena de bloques y se están desarrollando diferentes proyectos en la materia. ¿Por qué UNOPS se planteó una posible asociación con IOTA?

En la actualidad UNOPS trabaja con varias entidades, muchas de las cuales utilizan cadenas de bloques como Bitcoin o Ethereum. Trabajamos en todo el mundo, con frecuencia en lugares con insuficiencia de infraestructura de transporte y, por supuesto, de infraestructura digital. En consecuencia, no siempre tienen acceso a Internet de alta velocidad o incluso a electricidad. Estamos entusiasmados por probar las aplicaciones del registro contable distribuido de IOTA, que se ha creado específicamente para los dispositivos del Internet de las cosas y que funciona tanto con baterías como con redes de conectividad alternativas. La mayoría de las cadenas de bloques con las que contamos ahora mismo no pueden crear ciertos casos de uso, ya que los requisitos computacionales son todavía demasiado altos.

¿En qué consiste la asociación?

Colaboramos con la Fundación IOTA para definir los casos de uso más apropiados para el primer prototipo, así como para afrontar algunos de los retos a los que se enfrenta el sistema de las Naciones Unidas en este sector. Se trata sobre todo de un proceso colaborativo: nosotros estudiamos su tecnología y ellos los retos que encaramos y nuestras necesidades en el ámbito de la tecnología. Nuestra intención es trabajar de forma repetitiva, analizando el caso de uso y estableciendo qué carencias pueden cubrirse con la tecnología de IOTA. A medida que identifiquemos las lagunas de las soluciones de prueba propuestas o determinemos los elementos que deben añadirse a las mismas, contaremos con la ayuda de IOTA para encontrar e involucrar a otros asociados.

¿Cuál es el calendario que UNOPS contempla para la implementación? ¿Cuándo se estima que la tecnología de IOTA quedará integrada en las operaciones de UNOPS?

En el sector de la innovación es tremendamente complicado hacer previsiones. Nuestra intención es trabajar con la mayor eficiencia posible durante la fase de análisis e intercambiar y probar ideas en equipo, de modo que podamos descartar las que no resulten prometedoras y llevar adelante las que sí lo sean. Las actividades de diseño destinadas a implementar una de estas ideas pueden llevar más o menos tiempo; su duración depende por completo de la complejidad del problema que se pretenda solventar y del número de elementos que compongan la solución, como por ejemplo, el equipo y el programa informáticos o la experiencia del usuario. Es difícil conocer de antemano los aspectos que van a resultar conflictivos. La única manera de acometer esta tarea es trabajar duro hasta el final, tal y como acostumbra a hacerlo UNOPS. La innovación no es un mero proceso de licitación, sino que, por definición, es una acción que se sitúa fuera de nuestro ámbito de conocimiento. Por tanto, para aprender es preciso desarrollar una solución innovadora. La innovación es el resultado de un proceso ascendente, no descendente.

¿UNOPS tuvo en cuenta algún factor decisivo para establecer la asociación con IOTA? 

UNOPS siempre examina al detalle a sus colaboradores y asociados, y este caso no fue una excepción. Después del proceso de investigación en el que observamos la diligencia debida, concluimos que la tecnología y el equipo de IOTA resultaban lo suficientemente prometedores como para colaborar y avanzar con ellos. Nuestra prioridad es encontrar soluciones eficaces para los problemas que de verdad importan y para conseguirlo es necesario considerar un amplio abanico de opciones y tener un pensamiento creativo.

¿Analizará UNOPS otros casos de uso?

Sí, desde luego. Ya colaboramos con varias empresas emergentes e incubadoras de empresas del sector de la tecnología de registro contable distribuido. Seguiremos buscando soluciones mejores. Si un caso de uso parece razonable, lo tendremos en cuenta. Sin embargo, y como he señalado previamente, no trabajamos con la tecnología de la cadena de bloques sin ningún objetivo en concreto, sino que tratamos de hallar la manera de resolver problemas del mundo real. Nuestras prioridades se establecen siempre en consonancia con la misión principal de la organización y no nacen del entusiasmo actual por tecnologías innovadoras como la de la cadena de bloques. Estudiamos las aplicaciones de nuevas tecnologías con el fin de optimizar nuestro trabajo, que al fin y al cabo consiste en mejorar el sistema de las Naciones Unidas y en crear un mundo mejor. Esta es nuestra principal motivación.