El Palacio Bolívar, que ha tenido diversos usos a lo largo de su historia, como la celebración en 1826 del congreso convocado por Simón Bolívar sobre la unificación de las antiguas colonias españolas del continente americano en una sola confederación, alberga hoy en día la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá.

Más de dos siglos después de su construcción y tras varias remodelaciones, la estructura del palacio continúa deteriorándose y ha llegado a poner en peligro a personal, visitantes y turistas.

Asimismo, la muralla que se construyó para proteger el centro de la Ciudad de Panamá de los ataques piratas en 1671 se ha visto afectada por filtraciones de agua a lo largo de los años.

Con el objetivo de mejorar la seguridad y preservar el edificio histórico, el Ministerio de Relaciones Exteriores se asoció con UNOPS para modernizar la infraestructura de la muralla y del palacio.

«La muralla formó parte integral del contexto de la nueva Ciudad de Panamá, lo que hoy es el Casco Antiguo», afirma Ramón Boyd, arquitecto restaurador del proyecto. «El Casco es catalogado patrimonio de la humanidad por la UNESCO y, dentro de esta aproximación, la muralla forma parte del valor intrínseco y material del edificio, valor que se tiene que tomar en cuenta al momento de intervenirlo».

UNOPS colabora con la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico para garantizar la preservación de la infraestructura.

«Conservar el bagaje cultural es clave en un lugar como el Casco Antiguo de Panamá, uno de los principales atractivos que el país ofrece a los más de 100.000 turistas mensuales que recibe el país», declara Carlos Ladaris, Gerente de Proyectos de UNOPS.

Tras la restauración de la muralla, las obras se centran ahora en la modernización de la infraestructura del palacio. También se han puesto en marcha iniciativas para mejorar las operaciones internas y la capacidad del Ministerio de Relaciones Exteriores con el objetivo de mantener el palacio y garantizar su legado duradero.