The United Nations Office for Project Services (UNOPS)
Cara a cara con una enfermedad mortal
Etiopía es uno de los países más afectados por el fenómeno El Niño más violento de la historia. Los desastres naturales que se sucedieron han provocado que más de 5 millones de personas necesiten ayuda de emergencia para sobrevivir.
En medio de la peor sequía que ha sufrido el país en décadas, los habitantes de la región somalí de Etiopía son testigos de cómo sus cultivos se pierden y el ganado muere de hambre. Debido a un acceso limitado a alimentos, agua potable e instalaciones de saneamiento, a lo que se unen hogares con unos ingresos reducidos de forma inevitable, miles de personas están siendo víctimas de enfermedades como la diarrea acuosa aguda o el sarampión, que pueden derivar en otros problemas de salud, como la malnutrición. Los grupos más vulnerables son las mujeres, los hombres y los niños más pobres.
Desde el año 2015, se ha producido un aumento de casos de diarrea acuosa aguda. Causada por la presencia de organismos bacterianos, víricos y parásitos, esta enfermedad se propaga a través del agua y los alimentos contaminados, especialmente en zonas con instalaciones de saneamiento deficientes. Puede durar varios días y provocar una deshidratación grave y pérdida de líquidos. El cuerpo se queda sin el agua ni las sales necesarias para su funcionamiento. Por desgracia, cuando la comida escasea, las personas se ven obligadas a hacer todo lo posible por sobrevivir.
Un ejemplo es la comunidad de Gabagabo kebele, en el distrito de Tuli Guled, cuyos habitantes conocen bien esta enfermedad. Allí, un pequeño centro de salud para la población local se encuentra a 10 kilómetros de la carretera principal y solo se puede acceder a él a través de un sendero abrupto difícil de recorrer tanto con un vehículo como a pie. Este tramo resulta incluso más desalentador para alguien que agoniza.
Los pacientes que conseguían llegar hasta el centro se encontraban con unas instalaciones sin los recursos necesarios y desbordadas debido al número creciente de casos de diarrea acuosa aguda. «El centro de salud no contaba con el personal ni los suministros necesarios para tratar a los pacientes», explicó el Sr. Mohammed Ahmed, Director del centro de salud de Gabagabo.
Solo había una ambulancia y cinco trabajadores.
Con el objetivo de dar una respuesta conjunta al problema, se estableció un centro de tratamiento de la enfermedad dentro del propio recinto del centro de salud. Asimismo, se incorporaron a las instalaciones otros cinco profesionales sanitarios y un vehículo adicional. Este nuevo centro se equipó con suministros médicos para tratar la diarrea acuosa aguda, instalaciones de saneamiento y abastecimiento de agua y otros materiales para respaldar las actividades de sensibilización que se llevan a cabo en las comunidades.
Kelsuma Abdulahi, madre de seis hijos, estaba inconsciente cuando la llevaron al centro. Había contraído la enfermedad tras haber consumido agua contaminada. Kelsuma permaneció ingresada en el centro cinco días. Sin embargo, tuvo que volver el día después de recibir el alta porque su hija de 20 años, embarazada, también se puso enferma.
«El problema está afectando a toda mi familia y me veo obligada a abandonar mi hogar», afirmó.
Pero no es la única. Muchas personas en todo el país tienen que enfrentarse a los mismos desafíos.
Las medidas para paliar el problema y evitar la propagación de la enfermedad son una continua prioridad tanto para el Gobierno como para los asociados humanitarios.
Información sobre el proyecto
Con el objetivo de abordar el problema de la diarrea acuosa aguda, el Gobierno destinó a unos 900 profesionales de la salud a las ocho zonas de la región somalí de Etiopía duramente golpeadas por la enfermedad.
En apoyo a estos esfuerzos por parte del Gobierno, UNOPS firmó un acuerdo para implementar un proyecto por valor de 1,6 millones USD con el Fondo Humanitario de Etiopía, gestionado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.
El apoyo de UNOPS se materializa principalmente de tres formas. En primer lugar, la prestación y la gestión de un sistema de pagos eficiente y oportuno que beneficia a los cerca de 300 profesionales de la salud que atienden a los habitantes de las comunidades en áreas remotas y con servicios insuficientes. En segundo lugar, la gestión de una flota de 42 vehículos que ayudan a transportar al personal y los medicamentos a los lugares más remotos. Y en tercer lugar, un sistema de gestión de la cadena de suministros que utiliza cinco vehículos pesados para trasladar el material médico desde los almacenes hasta los usuarios finales.
Este enfoque basado en una prestación de servicios comunes mejora y propicia la respuesta general ante el problema de la diarrea acuosa aguda en Etiopía, y es el resultado de la colaboración entre la oficina de salud regional en Etiopía, la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, la Oficina de Coordinación Regional de las Naciones Unidas, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios y diversas ONG nacionales e internacionales.