La declaración de intención fue firmada por los directores de siete organizaciones de las Naciones Unidas —la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Mecanismo Internacional de Compra de Medicamentos (UNITAID), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y UNOPS—, así como por el Fondo Mundial y la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización (GAVI).

Esta declaración demanda que las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales del ámbito de la salud promuevan y apliquen de forma activa políticas que fomenten las adquisiciones responsables.

Los signatarios acordaron una perspectiva común basada en las mejores prácticas a la hora de interactuar con proveedores y fabricantes, considerando los principios de relación calidad-precio, la igualdad de trato, la transparencia, la rendición de cuentas, el cumplimiento de la legislación nacional e internacional y la responsabilidad ambiental, entre otros.

La declaración señala que «las adquisiciones pueden contribuir al desarrollo sostenible, particularmente cuando promueven patrones de consumo y producción responsables, según lo dispuesto en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, y cuando influyen de manera positiva en la aplicación de estándares ambientales y sociales en productos y servicios, incluyendo aquellos del sector sanitario».