Las ciudades de Somalia experimentan un rápido crecimiento como consecuencia de los conflictos y los desastres naturales, como inundaciones y sequías, que desplazan a la población de las zonas rurales a las zonas urbanas. Este aumento acelerado de la población puede poner a prueba las infraestructuras y los servicios básicos.

La fase II del Proyecto de Resiliencia Urbana en Somalia (SURP-II), financiado por el Banco Mundial y otros asociados, tiene como objetivo fortalecer la capacidad de los Gobiernos locales para prestar servicios públicos, mejorar el acceso a infraestructuras y servicios urbanos resilientes a los cambios climáticos y responder de manera inmediata y eficaz a las crisis y las emergencias. El proyecto se implementa en Baidoa, Beledweyne, Dhusamareb, Garowe, Kismayo y Mogadiscio.

«Este proyecto permitirá construir infraestructura urbana resiliente a los cambios climáticos y, a la vez, reforzar la gobernanza municipal al destinar todos los fondos a los sistemas nacionales», señaló Makiko Watanabe, Especialista Sénior en Urbanismo del Banco Mundial.

Con el fin de apoyar el proyecto, UNOPS ayudó a diseñar carreteras urbanas en los municipios de Baidoa y Kismayo. La organización también presta asistencia técnica para llevar a cabo obras de carretera en Baidoa, Garowe, Kismayo y Mogadiscio, con las que se están construyendo más de 36 kilómetros de carreteras y un puente. 

«La implementación de este proyecto ayudará a la población de ciudades como Baidoa, incluidas las personas desplazadas internas por el conflicto y la sequía, a acceder a servicios vitales», declaró Abdullahi Ali Watiin, alcalde de Baidoa.