Años de conflicto e inestabilidad han desembocado en infraestructura dañada y han debilitado los servicios públicos en Iraq, incluidos los servicios de salud. La actual pandemia de COVID-19 ha empeorado los problemas de acceso a los servicios esenciales de salud.

Gracias a la financiación del Gobierno de Japón, UNOPS ha rehabilitado y equipado siete centros de salud de atención primaria en la provincia de Anbar (Iraq) para ayudar a mejorar el acceso a los servicios de salud de calidad para unas 123.000 personas, incluidas poblaciones vulnerables, personas retornadas y personas desplazadas internas.

«Gracias a la generosa financiación del Gobierno de Japón, UNOPS ha trabajado junto con la Dirección de Salud de Anbar para dar servicio a aproximadamente 123.000 personas beneficiarias y marcar la diferencia en el sector de la salud para la población de Iraq», afirmó Muhammad Usman Akram, Director de la Oficina Multipaís de UNOPS en Ammán, durante una reciente ceremonia de entrega.

«UNOPS mantiene su compromiso de ayudar a sus asociados y la población de Iraq en sus esfuerzos para dar respuesta a los desafíos en el sector de la salud, así como para mejorar su resiliencia ante futuros retos», declaró el Sr. Akram.

Durante las obras de rehabilitación, se tuvieron en cuenta las consideraciones de género e inclusión y se incluyeron zonas dedicadas a la lactancia materna, así como aseos inclusivos.

«Debemos reconocer la misión y las actividades del personal médico dedicado a proteger la salud de las personas y a salvar vidas en las condiciones más difíciles», afirmó el Excmo. Sr. Suzuki Kotaro, Embajador de Japón en Iraq.

«Me gustaría expresar mi gratitud y respeto al personal de UNOPS que desempeña un rol indispensable en estas operaciones», añadió el Embajador Suzuki.