Estas cuestiones se trataron en una mesa redonda sobre la recuperación tras la COVID-19 y el fortalecimiento de los sistemas de la salud, en la que participaron especialistas de diversos ámbitos.

Al inicio del diálogo, Grete Faremo, Directora Ejecutiva de UNOPS, puso de relieve las presiones ocasionadas por la pandemia de COVID-19 y declaró: «Incluso obtener equipos de protección personal resultó un desafío. ¿Dónde estaban los proveedores y los acuerdos que habrían permitido a los Gobiernos adquirir antes equipos vitales? Hemos observado graves carencias en los sistemas de las cadenas de suministro y esta situación debe mejorar».

En todo el mundo, la pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento notable de la demanda de equipo y suministros médicos, así como de servicios sanitarios. Esto ha sacado a la luz desigualdades mundiales y desafíos profundamente arraigados en los sistemas de salud. Asimismo, ha ralentizado el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que ha dejado a las mujeres y las niñas en situaciones de especial vulnerabilidad.

La Sra. Faremo hizo hincapié en la importancia de la colaboración entre los Gobiernos, las Naciones Unidas, el sector privado y otras partes interesadas clave, ya que unidos pueden resolver los problemas transversales que se han detectado al dar respuesta a la COVID-19, como son los relativos a la salud, la igualdad de género, la recuperación económica, el acceso a servicios esenciales y la movilidad.

Ahora, más que nunca, es crucial reconocer que los desafíos a los que nos enfrentamos están interconectados.

«Para lograrlo, será necesario que exista un liderazgo sólido y continuado, y que la colaboración entre todos los agentes sea estrecha. Asimismo, se deberá contar con financiación de manera constante. Debemos unirnos para luchar contra esta pandemia, pues nadie estará a salvo hasta que todos estemos protegidos», añadió.

Los participantes de esta mesa redonda también destacaron que el 2020 fue el año de la resiliencia y de trabajar juntos para encontrar soluciones a problemas comunes. La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de crear herramientas de colaboración más sólidas y de tener en cuenta la sostenibilidad de los bienes y servicios adquiridos para garantizar que contribuyen al desarrollo social y económico a largo plazo. 

«Si no reforzamos de manera integral los sistemas de salud, la próxima crisis sanitaria será incluso más devastadora. Debemos aprovechar el impulso de la respuesta a la pandemia para tomar acciones decisivas y afrontar los desafíos juntos, como una comunidad mundial con responsabilidades globales», declaró Thomas Östros, Vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones.

En cuanto al futuro, los participantes de la mesa redonda destacaron que la pandemia de COVID-19 no será la última emergencia sanitaria y que debemos contar con sistemas de salud sólidos que respondan a las necesidades de las personas más vulnerables, tanto ahora como en el futuro.

«No esperemos a la siguiente pandemia para mejorar nuestros sistemas de salud», pidió la Sra. Faremo.