En todo el mundo, más de 2.000 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene gestionados de forma segura, y los conflictos y el cambio climático agravan este problema.

Las instalaciones de agua, saneamiento e higiene poco seguras e insuficientes, especialmente en zonas rurales y remotas, pueden aumentar los riesgos para la salud de las personas mayores, las personas con discapacidad y los niños y niñas. También refuerzan los ciclos de pobreza, desigualdad y privación, especialmente para las mujeres, los niños y niñas y los grupos marginalizados, que se ven afectados de forma desproporcionada por la falta de acceso equitativo a los servicios de agua y saneamiento.

Esta guía, que se publica con motivo del Día Mundial del Agua, aborda la falta de conocimientos sobre cómo aplicar enfoques inclusivos al desarrollo de infraestructura de agua, saneamiento e higiene, en particular en los países en desarrollo y los contextos frágiles.

Teniendo en cuenta cómo la triple crisis planetaria, los conflictos y las pandemias repercuten en el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene, la guía propone enfoques que incorporan la sostenibilidad, la resiliencia y la inclusión. Además, subraya que la infraestructura inclusiva de agua, saneamiento e higiene solo puede desarrollarse mediante un planteamiento participativo e integrado que supone:

• Adoptar un enfoque interseccional que aborde las diversas necesidades en materia de agua, saneamiento e higiene de las mujeres, las niñas y los grupos marginalizados, y trabajar activamente para transformar las normas y prácticas perjudiciales relacionadas con la obtención de agua, la higiene menstrual y la discapacidad.

• Permitir la participación activa y significativa de las mujeres y los grupos marginalizados en todas las etapas del desarrollo de la infraestructura de agua, saneamiento e higiene, incluidas las comunidades indígenas que durante mucho tiempo se han encargado de conservar el entorno natural.

• Reconocer la interdependencia de la inclusión, la sostenibilidad y la resiliencia, y adoptar una perspectiva intersectorial que considere las cuestiones relativas al agua, el saneamiento y la higiene junto con otros sectores relacionados con la infraestructura, como la energía, la gestión de residuos y el transporte.

«La Organización Internacional del Trabajo reconoce que el acceso a servicios seguros de agua, saneamiento e higiene es fundamental para satisfacer las necesidades humanas básicas. Repercute directamente en la salud y el bienestar, y afecta a la capacidad de las personas para realizar actividades significativas y productivas», afirmó Mito Tsukamoto, Jefa del Servicio de Empleo en Inversiones del Departamento de Política de Empleo, Creación de Empleo y Medios de Subsistencia de la OIT.

Basándose en estudios de caso de proyectos de Bangladesh, Malawi, y Nepal, entre otros, la guía ilustra los diversos desafíos a los que se enfrentan los distintos grupos, y ofrece recomendaciones sobre medidas y recursos para reforzar la capacidad de los Gobiernos, profesionales de la infraestructura y otras partes interesadas con el objetivo de abordarlos.

«Nos enorgullece trabajar con UNOPS en su enfoque para cambiar la forma en que planificamos, diseñamos, gestionamos y encargamos infraestructura inclusiva de agua, saneamiento e higiene para todas las personas», afirmó Mark Fletcher, Responsable Mundial de la División de Agua de Arup.

«Este enfoque supera los obstáculos sistémicos a los que se enfrentan diversos grupos sociales y ayuda a acelerar la acción climática de forma conjunta», añadió.

Esta guía es la segunda publicación de una serie centrada en el desarrollo de infraestructura inclusiva. La primera publicación es una guía para el desarrollo de infraestructura de transporte inclusiva para fomentar la acción por el clima y garantizar que nadie se quede atrás.