En todo el mundo, 675 millones de personas siguen sin tener acceso al suministro eléctrico, mientras que casi una de cada tres personas carece de acceso a instalaciones limpias para cocinar. Esta falta de acceso a la energía afecta de forma desproporcionada a mujeres, niñas y grupos marginalizados.

Las mujeres, los niños y las niñas suelen pasar horas buscando combustible y cocinando en fogatas, lo que les expone a riesgos para la salud y limita el tiempo que pueden dedicar a estudiar y generar ingresos. Los grupos marginalizados, incluidas las personas con discapacidad, enfrentan desafíos adicionales para acceder a la infraestructura energética. Este acceso desigual acentúa las desigualdades sociales y de género existentes, y obstaculiza el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Presentada tras la primera Cumbre Mundial sobre Transiciones a Energías Limpias Centradas en las Personas de la Agencia Internacional de la Energía, esta guía aborda la brecha de infraestructura energética inclusiva y brinda información sobre cómo poner en práctica enfoques inclusivos para el desarrollo de infraestructura energética sostenible, especialmente en países en desarrollo y en contextos frágiles. Cerrar esta brecha es especialmente importante en el contexto de la crisis climática, donde las transiciones justas y centradas en las personas son esenciales.

«La infraestructura energética es esencial para mejorar las condiciones de vida de las personas en todo el mundo», declaró Brian Motherway, Jefe de la Oficina para la Eficiencia Energética y las Transiciones Inclusivas de la Agencia Internacional de la Energía. «Si enfocamos el desarrollo de infraestructura energética desde un punto de vista inclusivo, garantizaremos que los beneficios de la energía limpia lleguen a las personas que más lo necesitan», añadió.

En reconocimiento de los desafíos de implementación a los que se enfrentan los y las profesionales del ámbito de la infraestructura energética en los países en desarrollo, la guía destaca cuatro enfoques para desarrollar infraestructura energética inclusiva que no deje a nadie atrás: fortalecer el entorno propicio, dar prioridad a las soluciones inclusivas, ofrecer soluciones inclusivas y maximizar el desempeño del sistema existente.

Basándose en estudios de caso de proyectos en Pakistán, Perú y Sudáfrica, entre otros, la guía ilustra los diversos desafíos a los que se enfrentan los distintos grupos, y ofrece recomendaciones sobre medidas y recursos para fortalecer la capacidad de los Gobiernos, profesionales de la infraestructura y otras partes interesadas con el objetivo de abordar estos retos.

«Arup ha colaborado con UNOPS y la Agencia Internacional de la Energía en la elaboración de una guía sobre la inclusión en la planificación y el diseño de infraestructura energética, con el objetivo de lograr sociedades más equitativas, resilientes y sostenibles en el Sur Global», declaró Eva Hinkers, Presidenta de la Junta de Arup para la Región de Europa. 

«El desarrollo económico sostenible conlleva una mayor integración y participación de la sociedad, ya que las comunidades adquieren autonomía y cohesión, lo que les permite adaptarse mejor a los desafíos ambientales», añadió.

Esta guía constituye el tercer volumen de una serie de publicaciones sobre el desarrollo de infraestructura inclusiva. Los dos primeros volúmenes ofrecen orientaciones sobre el desarrollo de infraestructura de transporte inclusiva y de infraestructura de agua, saneamiento e higiene inclusiva.