UNDRR y UNOPS actuarán como organismos anfitriones de la secretaría de la red de Santiago, cuyo objetivo es evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y los daños derivados de los efectos del cambio climático.

«Celebramos el consenso alcanzado hoy sobre la sede de la secretaría de la red de Santiago. Esta plataforma acelerará el acceso de los países a la asistencia técnica para combatir el agravamiento de los efectos de la emergencia climática.

El cambio climático nos está llevando a la devastación y es necesario fortalecer la capacidad para hacerle frente: este es exactamente el objetivo de la red de Santiago y por eso es esencial que la pongamos en funcionamiento urgentemente. La red conecta a los proveedores de asistencia técnica, incluida la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado, con quienes más la necesitan.

Colectivamente, tenemos las herramientas, los conocimientos técnicos y ahora tenemos el compromiso de garantizar que el apoyo llegará por la vía rápida a los países en desarrollo que se encuentran en primera línea de la emergencia climática. UNDRR y UNOPS se han comprometido a avanzar rápidamente hacia la rápida puesta en marcha de la red».

La red de Santiago, creada en diciembre de 2019 en la COP25, desempeña un rol crucial a la hora de abordar los efectos del cambio climático en los países en desarrollo. Se centra en catalizar la asistencia técnica de diferentes organizaciones, organismos, redes y expertos. Su objetivo es ayudar a los países en desarrollo a evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y los daños causados por el cambio climático. Su mandato incluye facilitar el acceso a los conocimientos, los recursos y la asistencia técnica necesarios para hacer frente a los riesgos climáticos de forma integral.

Las Partes acordaron las disposiciones institucionales para poner en funcionamiento la red de Santiago para pérdidas y daños. Este acuerdo indica un vínculo estructural y funcional entre la red de Santiago y el fondo de pérdidas y daños. Se prevé que la red desempeñe un rol clave a la hora de catalizar la asistencia técnica necesaria para el uso eficaz del fondo. Se espera que este vínculo mejore la capacidad de los países vulnerables para hacer frente a las pérdidas y los daños que sufren a causa del cambio climático.